Cualquier planificación se basa en la determinación de una acción que conlleva la consecución de unos objetivos, por tanto, parece sensato pensar que no se debe perder la orientación hacia el cumplimiento de los mismos en ningún momento.
Centrarse en los objetivos no significa perder de vista el proceso, la organización, los recursos y la necesaria concatenación de actividades que nos aproxima al resultado esperado, pero la motivación surge por el deseo de obtener una recompensa, la cual supone en el caso concreto de un emprendedor el elemento principal en el inicio de un nuevo proyecto. Continue reading