La OCDE publicó en Julio de 2015 un informe titulado “El futuro de la productividad”, en el cual establecía la necesidad de que los países debían aprovechar las fuentes de crecimiento de la productividad que presentaran un potencial de mejora, debido a la incertidumbre del crecimiento a largo plazo.
Dichas fuentes se establecían en:
- la capacidad de aprovechar el potencial de la difusión del conocimiento, determinada por la conectividad global, experimentación con nuevas ideas, inversión en capital basado en el conocimiento y eficiencia en la asignación de los recursos
- el amplio margen para reforzar la productividad y reducir las desigualdades mediante una mejor concordancia entre competencias y puestos de trabajo, mediante una mejor utilización del talento que podría traducirse en un incremento de hasta un 10% de la productividad laboral
Teniendo en cuenta que, según el Diccionario de la lengua española de la RAE, el significado de estimar es: “creer o considerar algo a partir de los datos que se tienen” y en base a lo anterior, se podría estimar que la utilización de una herramienta capaz de acelerar el aprendizaje de las organizaciones, basada en la óptima relación entre la información transmitida y las competencias a desarrollar para cada uno de sus componentes, podría considerarse uno de los activos más importantes para dichas organizaciones, ya que aseguraría la capacitación y adaptación del talento de las mismas a sus necesidades concretas, lo cual en términos del informe de la OCDE puede traducirse en un incremento de hasta el 10% de la productividad laboral.
La anterior definición de la herramienta coincide con la del mentoring moderno, el cual, además de cumplir las condiciones citadas, ofrece una metodología de desarrollo adaptativo que permite flexibilidad de actualización dinámica, es decir, que se puede reajustar de forma inmediata según las necesidades del entorno, para brindar en todo momento la solución precisa, por tanto, aseguraría que ese 10% de incremento en la productividad no fuera puntual sino continuo.
El siguiente gráfico, extraído del informe de la OCDE citado anteriormente, revela el amplio margen para impulsar la productividad de las organizaciones, reduciendo el desajuste de competencias:
El mecanismo está definido, ahora queda establecer los objetivos, elementos, conocimientos, competencias y actores que llevarán a cabo dicho proceso, del mismo modo que el órgano y herramientas de gestión del proceso que establecerán, supervisarán y evaluarán el óptimo desarrollo del proceso y aunque no es tarea fácil puede ofrecer hasta un 10% de incremento de la productividad, lo cual parece una razón suficiente para trabajar en este nuevo enfoque.