La cercanía del cuarto trimestre del año anuncia un periodo de gran actividad empresarial, el sprint final del ejercicio, caracterizado por la revisión del cumplimiento de objetivos definidos para el actual ejercicio, el establecimiento del plan de contingencias necesario para obtener los mejores resultados posibles del último periodo del año y el inicio del trabajo de cálculo y estimación de los objetivos que se fijarán para el próximo año.
Todo lo anterior, se realizará basándose en los datos acumulados en el año actual, el histórico de la actividad empresarial en otros periodos y las proyecciones e información que los datos de mercado aporten al establecimiento del plan estratégico del próximo año.
No obstante, independientemente del grado actual de cumplimiento de los objetivos, parece lógico pensar que ninguna empresa se planteará perder la posibilidad de aprovechar las nuevas oportunidades que puedan aparecer en este tramo final del año, para conseguir terminar la “carrera” en la mejor posición posible.
Esta situación, en muchos casos, determina un consumo extra de recursos por parte de las empresas que aunque pueda mejorar la situación actual, tiene el peligro de generar consecuencias muy desfavorables para la estabilidad del negocio, ya que en el escenario empresarial el final de una carrera (en este caso el ejercicio empresarial) coincide con el inicio de otra, por tanto el gasto extra de recursos del “sprint final” del ejercicio puede ocasionar la falta de energía necesaria para el inicio de la nueva carrera, cuya línea de salida coincide con la línea de meta de la anterior.
El blog de Harvard Business Review ha publicado el artículo “Score a Meeting with Just About Anyone” de Dorie Clark, en el cual la autora analiza determinados aspectos a tener en cuenta respecto al establecimiento de nuevos contactos y reuniones con cualquier persona que pueden ser de interés estratégico. En dicho artículo cita algunas preguntas que deben plantearse antes de realizar dichas reuniones, que pueden servir de base para establecer un breve check list inicial de la viabilidad de nuevos negocios, o continuando con el símil de la carrera se podrían considerar como las posibles vallas que se deben superar en el tramo final para lograr la meta:
- Objetivos del nuevo proyecto, enmarcados en el plan estratégico de la empresa o basados en el desarrollo de un nuevo plan.
- Posibles garantías de éxito de la actividad, establecidas en base a conocimiento del cliente, experiencia en el sector de actividad, asociación y/o alianza empresarial, disponibilidad de financiación, etc.
- Previsión de beneficios, cuantificación de posibles escenarios y clasificación (económica, comercial, estratégica).
- Retorno de la inversión, analizando las posibles implicaciones que puedan derivarse en próximos ejercicios.
Existen numerosos aspectos a tener en cuenta a nivel de marketing, producción y financiero que no se incluyen en los apartados anteriores, pero si estos puntos no ofrecen datos positivos a la hora de establecer respuestas, tal vez la empresa se esté dejando llevar por la velocidad del sprint y puede llegar a perder el testigo que acredite su resultado final.